La geografía presenta una estrecha vinculación con el territorio, entendido éste como el espacio donde se plasman no sólo los factores fisiográficos y naturales (geomorfología, geología, clima, hidrogra0a, vegetación y fauna) sino también los antrópicos (sistemas de poblamiento, usos del suelo, red de infraestructuras y equipamientos, estructura socioeconómica, identidad cultural y el marco político -institucional). Para abordar el análisis de los factores anteriores desde un punto de vista integrador, el geógrafo es un elemento clave en la ordenación del territorio, que en su acepción más generalizada, se define, como una técnica para delimitar los espacios geográficos según sus aptitudes para soportar con el menor impacto los diferentes usos del suelo, compatibilizando desarrollo socioeconómico y preservación ambiental, tendentes hacia la calidad de vida y la utilización racional y responsable de los recursos naturales.

Según la Carta Europea, «es la expresión espacial de la polí0ca económica, social, cultural y ecológica de toda sociedad. Es a la vez una Disciplina Científica, una Técnica Administrativa y una Política concebida como un enfoque transdisciplinario y global, cuyo objetivo es un desarrollo equilibrado de los territorios y la organización física del espacio según un concepto rector».

De acuerdo con ello, se pretende analizar la evolución y situación actual de los procesos que se llevan a cabo en un espacio determinado para articular el territorio en sus escalas nacional, autonómica y municipal. Eso implica mostrar cómo se vertebran las políticas específicamente sectoriales (transportes, comunicaciones, hídricas, ambientales, etc.), que en definitiva afectan de forma directa o indirecta al territorio.